sábado, 18 de febrero de 2017

Prospectiva del futuro del Gran Santo Domingo

Un texto utópico de una autora soñadora

¨Los arquitectos tenemos la manía de la utopía y es porque conocemos tan poco nuestra tierra que ni la queremos.¨
-Fernando Chueca Goitia



¨Hacer arquitectura en latinoamérica hoy es un acto político, además
de ser estético y cultural¨
-Rogelio Salmona


La ciudad de Santo Domingo actualmente está en desarrollo y ha surgido de manera fortuita. La ausencia de planificación, el sistema de gobierno, el agua no potable por falta de una infraestructura viable, la dependencia de energía eléctrica a nivel de petróleo, la degradación del medio ambiente por causa de lo anteriormente mencionado junto a un auge, no afable con el medio ambiente, de la economía y el transporte; más una población en crecimiento que cada día demanda más de estos recursos, ha hecho que el Gran Santo Domingo se vea en dificultades para alcanzar la correcta dirección del progreso.

El problema que significa una población en crecimiento en una ciudad no preparada es enorme y trasciende significativamente en la calidad de vida de las personas y su aporte a la sociedad, influyendo directamente en sus conceptos de ética y sus decisiones personales. El sistema capitalista que rige la ciudad obliga al surgimiento e impulso de nuevos emprendedores del siglo XXI que con una perspectiva más amplia y actualizada proponga soluciones a la mejora de estas necesidades y las nuevas que van surgiendo a gritos de nuestra tierra y nuestra ciudad.

Es aquí donde se relaciona el arquitecto como diseñador, proyectista y planificador del espacio y de su entorno como ciudad en conjunto. Es todo un reto aportar propuestas de innovación y solución tomando en cuenta la gravedad de la situación a la que se le busca dar abasto con suma afabilidad sostenible.

Entonces, una pregunta crucial, una pregunta que saca las mejores ideas de nosotros, los profesionales encargados de diseñar el espacio influyente en el usuario que lo habita, necesita y demanda...

¿En 10 años aproximadamente, cómo podría Santo Domingo ser otra, ser una ciudad ética, brindar una mejor calidad de vida y ser una mejor ciudad a nivel arquitectónico tomando en cuenta todos los temas anteriores, brindando soluciones que aun con parecer utópicas, consultando como referencia el pasado y la actitud crítica, se puedan lograr?

La  ̈sostenibilidad ̈ siempre ha sido un tema en debate en cuestiones de costo y su aporte a la necesidad de mejora de medio ambiente. Pero agreguemos algunos datos actuales: Amsterdam. Nos place tenerla como ejemplo-referencia, dado a que es una ciudad ecológica y sostenible que ha llevado al pie de la letra con mucha disciplina y enfoque su proyecto de convertir ésta ciudad en una  ̈Ciudad Verde ̈  y aunque sabemos que hablamos de una metrópolis que lleva décadas o siglos en proyectos de planificación urbana podemos asegurar que Santo Domingo que tiene la capacidad de desarrollar un plan urbano que modifique su actualidad para mejorar su futuro.

Los 4 grandes puntos en los que ésta metrópolis se ha enfocado han sido los básicos para la mejora general de la vida de quien la habita y de la ciudad en sí: clima y energía, movilidad y calidad del aire, economía innovadora sustentable y materiales y consumidores. En donde la primera busca el ahorro de energía y el uso de recursos sustentables para producirla; la segunda, un transporte sustentable; la tercera, atraer empresas para negocios sustentables en Ámsterdam y la última, el uso de materiales ecológicos de manera efectiva y una forma de vida sustentable por parte de los habitantes. Lo que aporta una mejora significativa en la calidad de vida ofrecida a la población.

En un aspecto tecnológico, encontramos que la metrópolis cuenta con el 25% de los centros de datos holandeses, y en éstos se halla una estadística que brinda mucha luz hacia el Sí Se Puede, de que usan solo el 10% de la energía de la ciudad y que considerando el crecimiento de la data, construirán nuevos centros de datos verdes donde se espera que en el 2025, el 25% de la energía sea eólica y otro tanto, solar. Entonces, ya teniendo la palabra  ̈sostenibilidad ̈ aplicada a la actualidad, dando resultado y teniendo mucha referencia de planificación y avance ¿Qué proponemos para Santo Domingo?

Dos planes vinculados, donde uno pretenda dar solución a las necesidades emergentes adaptadas a la actualidad y otro proyectado a varias décadas o siglos, donde éste último tenga incluido el Plan A que brinda soluciones a necesidades del momento, mientras que el Plan B se va trabajando de manera más sosegada pero correcta y planificada. Santo Domingo necesita personas dirigentes que inviertan con inteligencia en la ciudad y que inculquen el respeto a la misma y a ellos mismos. Santo Domingo necesita conciencia.

Luego, más allá, necesita un plan de acción que tome en cuenta todo lo anteriormente mencionado pero que le permita continuar su ritmo de producción sin mitigar la economía ni la calidad de vida, pero con una proyección a futuro de mejora, y con pequeños pasos de evolución constante que con el tiempo la convierta en una ciudad organizada, limpia, ejemplar, arquitectónica y sustentable que explota su turismo y sus producciones agrícolas y ganaderas al máximo.


Finalizamos recalcando, que lo más impredecible es la intención y la disciplina, el verdadero compromiso para lograr una ciudad, un Santo Domingo mejor, que consta de un plan de creación de infraestructura, de leyes que obligan porcentajes financieros a la evolución sustentable, a la independencia de energía eléctrica, a planes urbanos de modificación que se cumplan y sean continuados aun cambiando de delegados políticos, a una educación ecológica de todos y para todos. Así te soñamos Santo Domingo.

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