Prospectiva del futuro del Gran Santo Domingo
¨Los arquitectos tenemos la manía de la utopía y es porque conocemos tan poco nuestra tierra que ni la queremos.¨
-Fernando Chueca Goitia
¨Hacer arquitectura en latinoamérica hoy es un acto político, además
de ser estético y cultural¨
de ser estético y cultural¨
-Rogelio Salmona
La ciudad de
Santo Domingo actualmente está en desarrollo y ha surgido de manera fortuita.
La ausencia de planificación, el sistema de gobierno, el agua no potable por
falta de una infraestructura viable, la dependencia de energía eléctrica a
nivel de petróleo, la degradación del medio ambiente por causa de lo
anteriormente mencionado junto a un auge, no afable con el medio ambiente, de
la economía y el transporte; más una población en crecimiento que cada día
demanda más de estos recursos, ha hecho que el Gran Santo Domingo se vea en
dificultades para alcanzar la correcta dirección del progreso.
El problema que
significa una población en crecimiento en una ciudad no preparada es enorme y
trasciende significativamente en la calidad de vida de las personas y su aporte
a la sociedad, influyendo directamente en sus conceptos de ética y sus
decisiones personales. El sistema capitalista que rige la ciudad obliga al
surgimiento e impulso de nuevos emprendedores del siglo XXI que con una
perspectiva más amplia y actualizada proponga soluciones a la mejora de estas
necesidades y las nuevas que van surgiendo a gritos de nuestra tierra y nuestra
ciudad.
Es aquí donde se
relaciona el arquitecto como diseñador, proyectista y planificador del espacio
y de su entorno como ciudad en conjunto. Es todo un reto aportar propuestas de
innovación y solución tomando en cuenta la gravedad de la situación a la que se
le busca dar abasto con suma afabilidad sostenible.
Entonces, una
pregunta crucial, una pregunta que saca las mejores ideas de nosotros, los
profesionales encargados de diseñar el espacio influyente en el usuario que lo
habita, necesita y demanda...
¿En 10 años
aproximadamente, cómo podría Santo Domingo ser otra, ser una ciudad ética,
brindar una mejor calidad de vida y ser una mejor ciudad a nivel arquitectónico
tomando en cuenta todos los temas anteriores, brindando soluciones que aun con
parecer utópicas, consultando como referencia el pasado y la actitud crítica,
se puedan lograr?
La
̈sostenibilidad ̈ siempre ha sido un tema en debate en cuestiones de
costo y su aporte a la necesidad de mejora de medio ambiente. Pero agreguemos
algunos datos actuales: Amsterdam. Nos place tenerla como
ejemplo-referencia, dado a que es una ciudad ecológica y sostenible que ha
llevado al pie de la letra con mucha disciplina y enfoque su proyecto de
convertir ésta ciudad en una ̈Ciudad
Verde ̈ y aunque sabemos que hablamos de una metrópolis que lleva
décadas o siglos en proyectos de planificación urbana podemos asegurar que
Santo Domingo que tiene la capacidad de desarrollar un plan urbano que
modifique su actualidad para mejorar su futuro.
Los 4 grandes
puntos en los que ésta metrópolis se ha enfocado han sido los básicos para la
mejora general de la vida de quien la habita y de la ciudad en sí: clima y
energía, movilidad y calidad del aire, economía innovadora sustentable y
materiales y consumidores. En donde la primera busca el ahorro de energía y el
uso de recursos sustentables para producirla; la segunda, un transporte
sustentable; la tercera, atraer empresas para negocios sustentables en
Ámsterdam y la última, el uso de materiales ecológicos de manera efectiva y una
forma de vida sustentable por parte de los habitantes. Lo que aporta una mejora
significativa en la calidad de vida ofrecida a la población.
En un aspecto
tecnológico, encontramos que la metrópolis cuenta con el 25% de los centros de
datos holandeses, y en éstos se halla una estadística que brinda mucha luz
hacia el Sí Se Puede, de que usan solo el 10% de la energía
de la ciudad y que considerando el crecimiento de la data, construirán nuevos
centros de datos verdes donde se espera que en el 2025, el 25% de la energía
sea eólica y otro tanto, solar. Entonces, ya teniendo la palabra
̈sostenibilidad ̈ aplicada a la actualidad, dando resultado y teniendo
mucha referencia de planificación y avance ¿Qué proponemos para Santo Domingo?
Dos planes
vinculados, donde uno pretenda dar solución a las necesidades
emergentes adaptadas a la actualidad y otro proyectado a varias décadas o
siglos, donde éste último tenga incluido el Plan
A que brinda soluciones a
necesidades del momento, mientras que el Plan
B se va trabajando de
manera más sosegada pero correcta y planificada. Santo Domingo necesita
personas dirigentes que inviertan con inteligencia en la ciudad y que inculquen
el respeto a la misma y a ellos mismos. Santo Domingo necesita conciencia.
Luego, más allá,
necesita un plan de acción que tome en cuenta todo lo anteriormente mencionado
pero que le permita continuar su ritmo de producción sin mitigar la economía ni
la calidad de vida, pero con una proyección a futuro de mejora, y con pequeños
pasos de evolución constante que con el tiempo la convierta en una ciudad
organizada, limpia, ejemplar, arquitectónica y sustentable que explota su
turismo y sus producciones agrícolas y ganaderas al máximo.
Finalizamos
recalcando, que lo más impredecible es la intención y la disciplina, el
verdadero compromiso para lograr una ciudad, un Santo Domingo mejor, que consta
de un plan de creación de infraestructura, de leyes que obligan porcentajes
financieros a la evolución sustentable, a la independencia de energía eléctrica,
a planes urbanos de modificación que se cumplan y sean continuados aun
cambiando de delegados políticos, a una educación ecológica de todos y para
todos. Así te soñamos Santo Domingo.